Acabo de ver las dos partes que componen “Batman, el regreso del caballero oscuro” y me ha encantado. Sé que cuando me convertí en articulista de ionlitio realicé un juramento en el que me comprometía a hablar sólo de temas anteriores al siglo XXI pero un bufete de abogados ha encontrado un vacío legal ya que se trata de la adaptación de un cómic de 1986. Já, ¡chúpate ésa, coyote espacial!
El autor del cómic fue un tal Frank Miller. Para el que no sepa mucho de cómics o novelas gráficas (usad el término con el que os sintáis menos violentos), el tal Miller ha parido obras tan poco conocidas como “300″ o “Sin City” y ha hecho un par de tonterías de Daredevil. Vamos, nada excepcional ni digno de mención.
Las pelis animadas superheroicas de antes solían ser truños como puños, pero de un tiempo a esta parte se han puesto las pilas tanto Marvel como DC y han creado largometrajes que han conseguido lo imposible: satisfacerme. Y os aseguro que soy muy exigente con estas cosas. Lo que más me impresionó fue ver que POR FIN moría gente y se veía sangre (bendito Doomsday). Debo reconocer que soy más de Marvel y de DC conozco básicamente a los componentes de “La Liga de la Justicia” y poco más. Pero Batman es uno de mis superhéroes favoritos, a pesar de ser rico. Supongo que fue Adam West el que me embaucó y Tim Burton me dio la puntilla.
Numerosas son las referencias al universo DC que se hacen a lo largo de las dos horas y media (más o menos) que dura en total la cinta. Hay cosas que se le pueden escapar a los espectadores esporádicos y, todavía más, si os habéis visto la versión doblada al castellano porque hay un par de cosas que al doblarlas se vuelven incomprensibles.
Voy a intentar no destriparla para que podáis disfrutar al máximo si todavía no la habéis visto. Antes de nada hay que aclarar una cosa. La historia se desarrolla en un futuro cercano, pero el cómic se publicó en el 86 así que lo que veremos es un supuesto futuro que bien podría ser nuestro presente ideado con la mentalidad de aquel entonces, por lo que habrá muchas cosas que nos llamarán la atención.
No veremos a Obama de presidente de los USA sino a Reagan en modo momia y no hay ni rastro de talibanes. ¿Comunistas de la URSS? Todos los que quieras. ¿Armas nucleares? Por supuesto. ¡Guerra fría powa! Incluso sale el típico proxeneta negro y estereotipado que hemos visto tantas veces en las películas policíacas ochenteras.
La historia parte de la base de que Batman colgó la capa y no se le ha visto en diez años. ¿Los motivos? La muerte de Jason Todd (el segundo de los que vistieron el uniforme de Robin) a manos del Jóker y la disolución de La “JLA” (La Liga de la Justicia). Obviamente, esto ha hecho que la delincuencia suba como la espuma y Gotham parece una ciudad sin ley. El mayor azote de los ciudadanos es una banda de macarras que se hacen llamar “Los Mutantes”. No, no os imaginéis a Charles Xavier atemorizando a la gente en su silla de ruedas, no son de esos mutantes.
Pero lo peor de todo es que Bruce Wayne se ha dejado bigote. Bueno, eso y un tipo con pezones metálicos que pondrá en apuros al hombre murciélago. El caso es que Batman vuelve para repartir justicia y hostias de las buenas. Y no, no estoy “spoileando” porque si en el título pone “El regreso del caballero oscuro” es porque regresa, ¿Qué va a ser si no?
También veremos algunos de los enemigos clásicos y otros personajes. Algunos de pasada y otros con un papel más importante en el desarrollo de la historia. El diseño de los personajes se os puede hacer raro al principio pero uno se acostumbra enseguida. Para que os hagáis una idea, parece como si Botero hubiese dibujado a algunos. Bruce, a pesar de ser un cincuentón, es una auténtica mole de músculos. De mayor quiero ser como él, en serio.
Otra cosa que llama la atención es que muchos personajes sufren el llamado “Síndrome de Eternia”. Se trata de una enfermedad genética y hereditaria en la que aunque alguien sea rubio (y bronceado), pelirrojo o incluso albino tendrá las cejas de color negro.
El doblaje tiene nivel. No se ha encargado el estudio que dobla “Shinchan”, que son cinco personas las que doblan a todo el mundo. A pesar de la calidad, hay algunas partes en las que el doblaje está un poco forzado y hasta pierde el sentido original.
¿Veíais “Batman TAS” de pequeños? Igual os parece una tontería pero el actor de doblaje de Dos Caras (el que solía tomar decisiones lanzando una moneda con dos caras y tenía medio careto quemado) en España (el mismo que doblaba a Danny Tanner en “Padres Forzosos”) vuelve a repetir el personaje. En cambio, a Batman no lo dobla el bueno de Hércules y lo hace Goliat (“Gargoyles”).
En bandas sonoras no soy muy entendido pero ésta suena bastante bien y en los MOMENTAZOS refuerza perfectamente las escenas que estamos viendo aumentando el subidón, pero no esperéis escuchar algo tan mítico como el tema del clásico de Burton.
La primera parte se centra más en el batuniverso y la segunda se abre al universo DC. En algunos momentos realizan conexiones con Metrópolis para entrevistar a Lana Lang (amiga de la infancia de Superman); vemos las pintas que tiene la que fue la todobuenorra Catwoman (Selena Kyle para los amigos); y si no fuera porque la llaman Trish diría que aparece Livewire de copresentadora en las noticias.
Me hizo gracia una escena que me recordó a los “T-Rex” en la que sale un pobre tendero al que se le “vuelan” los cómics. Si os fijáis en ese momento veréis portadas de “Flash” y de la JLA entre otros. La formación “clásica” de la JLA son Superman (Clark Kent), Batman (Bruce Wayne), Flash, Linterna Verde, Wonderwoman (Lady Di… digo Princesa Diana), Aquaman, Detective Marciano MÁS Flecha Verde (Oliver Jonas) u otros menos conocidos como Canario Negro o el Capitán Atom, ADEMÁS de Zan y Jayna (y su odioso mono azul) ADEMÁS, existe más de un Flash o Linterna Verde, y ADEMÁS… Mejor lo dejo ya porque nos pueden dar las uvas.
Con respecto a Superman, cuando empecé a leer sus cómics explicaban que él obtenía sus poderes debido a la gravedad de La Tierra. Con el paso del tiempo esto cambió y ahora se debe a nuestro Sol. ¡Toma ya! Se supone que su cuerpo absorbe y almacena la energía solar igual que hacen las plantas. Además, si está herido por cualquier motivo sólo tiene que tumbarse a tomar un poco el sol y se curará más rápido.
Cualquiera que haya jugado al “Batman 2″ de Lego sabrá que El Mejor Detective del Mundo tiene en la batcueva una buena cantidad de kryptonita. El motivo que suele dar es que lo tiene por si alguna vez se le va la cabeza al hombre de acero y hay que pararle los pies. Hay kriptonita de todos los colores. Las más famosas son la verde de toda la vida, la roja y la azul. La roja es mi favorita porque produce una alteración aleatoria en Superman (al menos en los dibujos antiguos de la JLA). Podía envejecerlo una vez y a la siguiente hacerle aparecer unos brazos extra. La azul actuaba como neutralizador de los demás tipos.
También se ha intentado crear kriptonita sintética sin éxito. Para desarrollar la tecnología necesaria para crearla haría falta una fuerte inversión tanto en capital como en tiempo que la hace inviable en la actualidad. Esta kriptonita sintética tendría los mismos efectos que la natural y se podría manipular el nivel de radiación emitida y su tiempo de vida.
El único “pero” que le puedo sacar a la peli es a la mala puntería que tiene aquí la gente con las armas de fuego. Es como si hubiesen sido entrenados por el “Equipo A”. Da igual que lo hagan con pistolas o fusiles de asalto. Tiros y más tiros y no aciertan ni uno. Sólo hay uno que donde pone su psicótico ojo pone la bala.
Puede que también le chirríe a alguien el “momento Xena“. A mi me hizo gracia. Tampoco entiendo por qué Batman unas veces se pone un traje antibalas y otras veces uno finito finito. Tan fino como un camisón de picardías y no duda en abalanzarse sobre personas que le están disparando yendo de esa guisa. ¿Valiente o temerario? Ahí os dejo esta profunda reflexión.
Otro de los aspectos destacables es la crítica social. No veáis la caña que le meten a la incompetencia del gobierno y de los políticos en general. Los filósofos/psiquiatras/tertulianos que dictan juicios de valor tan a la ligera también tienen su ración de puyas. Se refleja bastante bien el enorme egoísmo de algunos miembros de la sociedad.
Algo que he echado de menos es que no sale el Asilo Arkham clásico al que estamos acostumbrados. Me hubiese gustado verlo convertido en la “Residencia de la tercera edad Arkham” y ver las pintas de todos los supermalotes con unos cuantos años de más.
No quiero alargar excesivamente esto y creo que ya se ha comentado lo importante esquivando bastante los posibles destripes, cosa que me ha costado horrores. Algunos eran inevitables para que los menos versados en la materia se enteren de todo lo que pasa.
Ya sólo queda reafirmarme en que es un peliculón que cualquier aficionado del caballero oscuro (o al que le guste un poco Batman) tiene que ver por lo menos una vez en su vida. Os va a encantar.